jueves, 26 de abril de 2012

Limite ecuatorial


Ella, un paisaje algo mayor para estos pies intranquilos.

Algo extraño para este aventurero sin título y andante con los ojos tan negros como la bruma.

Un poema tan dulce y maldito que atrapa a estos dos personajes enamorados o algo estúpidos.

Sabiendo que la distancia no se acortará por más enamorados que estén.

Sabiendo que aunque contentos, no les depara nada más que esperar a su suerte.

Dejándose endulzar y enamorar por los encantos del otro, dejan que la noche sea su única vidente y que los acompañe en cada viaje que se hacen.

Ella, solo espera por el bandido que le robó su corazón, exiliado al nacer de su lado.

El, un tonto iluso que cree todos los delirios que la vida le vende, vuelve a atarse a un puente que solo le depara tristeza y un sentimiento de desazón.

Solo ellos se entienden, solo ellos son distancia…

martes, 10 de abril de 2012

Hecho nube

Vago y bailo en el viento sin tiempo.
Sin ritmo.
Sin ruta.
Sin raíces que me atrapen.
Sin lugares que me contengan.
Sin sitio que me apague.
Vuelo y soy libre solo.
Sin camino.
Sin destino.
Sin fracaso.
Sin hubiera.
Sólo le doy textura al cielo con lo blanco de mi ser y busco algún soñador que me de forma.
Que me describa.
Que me edite.
Que me sueñe.
O me ponga en una poesía.
No vivo.
Solo estoy allí.
Solo estoy allá.
Solo aquí.

domingo, 8 de abril de 2012

Ella

Ella, tan o más libre que el viento.

Libre de hechizos o de el tiempo.

También cansada y desgastada, de pasar cuadro a cuadro, de cama en cama.

Ahogada todas las noches en un mar de sábanas con su hedor a perfume.

Vendiendo placer con sus piernas tan abiertas como el sanjuán del infierno, repleta de mareas alquiladas, aguardando algún errante del camino de la moral que busque cariño en los brazos de la vampira bien llamada lujuria.

En este lugar hasta la mirada de una puta es tan cálida como el abrazo que le da el invierno a la primavera.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Etcétera

Me llevo las voces y las guardo en mis bolsillos.
Me siento.
Me vivo.
Me leo.
Me escribo.
Me extraño.
Me reencuentro.
Me pasan los días sin saber de mí.
Me siento sin vida y sólo mi mirada son las cicatrices de la luz que dejaste.
Sueños del tamaño exacto de mis almohadas.
Y vidas del tamaño justo para mis expectativas.
Expectativas sin luz.
Sin dueña.
Sin comienzo.
Sin final.
Sin salida.
Fuera de lo que me creía, fui.
Y fuera de lo que soy, me pierdo.
Desbordando nostalgia por la represa que forman estos párpados.
Y albergando la distancia en el lugar que forman mis brazos.
Le quedé pequeño al camino.
Y el camino le quedó grande a mis zancadas.
El tiempo me llovía en el rostro.
Mientras solía ser…

lunes, 5 de marzo de 2012

¿Y si dios fuera mujer?

Hay hermosa creencia que te llevas toda la vida de un suspiro, contienes una incomparable belleza que cultiva fieles al pasar de su silueta. Una silueta que moldeó los ríos, dio forma al horizonte y cambió la perspectiva del silencio.

Si dios fuera mujer, el día sé perpetuaría en el cielo y encadenaría a la luna junto a las estrellas, de sus picos y formaría una figura extraña, aunque perfecta.

Sí dios fuera mujer, la vida no pasaría en un parpadeo de ésta diosa, se mantendría por los siglos de los siglos, aferrada de nuestros huesos polvorientos.

Si dios fuera mujer no se ocultaría de su creación en el reino de los cielos, todo lo contrario, la encontraríamos atrapada en las gotas que deja el rocío en cada flor, en un silencio que guarda momentos, caminos o sonrisas.

En tributo a Mario Benedetti.

jueves, 1 de marzo de 2012

Alas de papel.: Soledad.

Alas de papel.: Soledad.: Hoy me encuentro a soledad, me abraza con su fría presencia. helada, llena de esperanzas. Vieja, de tanta voluntad ajena. Oxidad...

martes, 21 de febrero de 2012

...

Cientos de preguntas al viento...
Cientos de silencios vacíos...
Cientos de ojos tristes...
Cientos de lágrimas que hablan...
Cientos de sueños que susurran...

Tan sólo yo en este lugar que llamo ausencia, denoto un silencio asfixiante que cubre lo oscuro de esta soledad. Me siento atrapado y acondicionado para nunca olvidarte; Para siempre recordarte.

La tristeza colma estos brazos que se cansan de sostener el horizonte en busca de tus pasos.